La lasaña de morcilla gratinada con queso manchego es una receta que hay que planificar con tiempo y hacerse a la idea que es un plato difícil de digerir (pesado) pero que aporta el sabor de dos productos muy españoles muy preciados: la morcilla de cebolla y nuestro queso más internacional, el queso manchego.
Esta receta es una variante de la lasagna a la bolognesa, siendo una receta mucho más española (de ahí lasaña con ñ).
En la elaboración haré dos versiones: una fuente para seis personas especiada con orégano y una individual con pimentón de la Vera (un pimentón ahumado de Extremadura que es imprescindible en mi cocina).
Ingredientes:
Para el relleno: 8 morcillas de cebolla de La Abuela Julia (1,2kg aprox), salsa de tomate casera y aceite.
Para la bechamel: Harina, cebolla, leche, pimienta negra, nuez moscada, margarina y sal.
Para montar la lasaña: 16 placas de lasaña para la fuente y 4 para la individual, oregano (para la fuente), pimentón de la Vera (para la individual) y aceite.
Elaboración de la lasaña de morcilla gratinada con queso manchego:
Para empezar, sacamos el relleno de las morcillas y lo separamos de sus pieles para hacer una especie de picadillo de morcilla y rallamos la cuña de queso manchego.
Para hacer el relleno:
Cubrimos una sartén de aceite y la ponemos a fuego medio. Cuando esté bien caliente el aceite, echamos las morcillas para que se hagan. Cuando veamos que las morcillas han perdido su forma y se han hecho una masa uniforme, querrá decir que ya están hechas. Entonces echaremos la salsa de tomate al gusto (a mayor cantidad de salsa de tomate, más suave quedará la lasaña de morcilla). Dejaremos que se haga a fuego medio-bajo durante unos 10-15 minutos.
Para hacer la bechamel:
En un cazo u olla pequeña, echaremos una nuez de mantequilla. La pondremos a fuego medio hasta que se derrita. Una vez derretida, echaremos la cebolla y dejaremos que se dore. El siguiente paso será echar la harina y dejar que se dore y se tueste. Cuando consigamos el aspecto dorado en la harina, echaremos la leche poco a poco mientras removemos para que se ligue bien la bechamel. Según vayamos echando leche y vayamos removiendo, la bechamel irá quedando más liquida. Finalmente cuando consigamos la textura adecuada (cremosa/liquida), la batiremos para eliminar los trozos de cebolla.
Montado de la fuente de lasaña para seis personas:
En una bandeja de cristal, barro o metal, cubriremos el fondo de bechamel. Una vez cubierto, pondremos cuatro placas de modo que cubran el fondo. El siguiente paso será hacer tres pisos de relleno de morcilla, por lo que colocaremos el relleno encima de las placas y haremos el mismo proceso dos veces más (poner placas y relleno). Finalmente, el ultimo paso será cubrir bien de bechamel y queso manchego. Antes de meterlo al horno, echaremos el orégano y un chorro de aceite por encima.
Montado de la lasaña individual:
En un plato apto para horno, cubriremos el fondo de bechamel para poner una placa encima. Seguiremos el mismo proceso que en la anterior, pero poniendo una placa por piso y teniendo cuidado que no se derrumbe la torre. Finalmente, en el último piso, echaremos bechamel de forma generosa para cubrir la lasaña, dejando algún hueco para que se vea el relleno. Antes de meterlo al horno, echaremos el pimentón de la Vera y el chorrito de aceite por encima.
Horneado:
Se horneará a 250ºC calentando por arriba y por abajo durante unos 10-12 minutos, cuando veamos que el queso adquiere un color dorado.
Degustación de la lasaña de morcilla gratinada con queso manchego:
La lasaña de morcilla gratinada con queso manchego, es un plato, como he dicho en la introducción, de fuerte digestión pero que merece la pena darle una oportunidad y probarlo. Es un plato que desde que me decidí a hacerlo, no he encontrado a alguien que la haya probado y no le haya gustado (salvo si no le gusta la morcilla, claro). Para acompañar, lo más interesante sería acompañarlo con algo suave, como una ensalada.
Esta receta es ideal para cenas formales en las que queráis aportar un toque distinto a un plato tan internacional como la lasagna a la bolognesa. Si os atrevéis a hacerlo veréis como es una receta distinta y que realmente vale la pena probar, ¡estoy seguro que repetiréis!
Tiempo de elaboración: 1 hora
Dificultad: Media
Dedicatoria especial: Esta receta se la dedico a Pedro Galán y Rafa Padilla que vinieron a probar la lasaña de morcilla gratinada con manchego y a María José, que me lleva pidiendo la receta desde antes de que me engendraran mis padres.
Como invitado aquel día al rincón de Honorio, he de decir que el plato y el ambiente que rodeó la velada fue extremadamente satisfactoria. Probar nuevos platos esta bien, pero si es con viejos amigos es aún mejor :)
ResponderEliminarMe alegra que te gustara pasar tiempo con nosotros!!
EliminarQUE RICO.
ResponderEliminarRiquísimo!
EliminarMuy buena tu lasaña Honorio, pero mucho más la salsa de tomate antes de meterla en la lasaña. Espero que pronto pongas la receta de la salsa.
ResponderEliminarUn saludo
Ya se hará, aunque espero que no desaparezca a cucharadas...
EliminarUn saludo carnicerita!